miércoles, 30 de agosto de 2017

DESAPARECIDOS: ¿LOS BUSCA ALGUIEN A ESTOS?



Aeropuerto Internacional “El Pucú” de Formosa. 27 de agosto de 2017, 18:09 PM. Esta captura la saqué, algo incómodo y discretamente, antes del momento de embarcar en el avión que me traía de regreso a la ciudad de Buenos Aires. Recordaba la escena, pues se mantenía casi intacta desde hacía un año atrás, cuando también pasé por el mismo trámite viajero.

            Allí aparecen, a la vista, una nutrida cantidad de desaparecidos de la democracia. Exacto, leyó bien, desaparecidos del sistema democrático, de la falsa deidad que nos enseñaron, muchas veces obligadamente, a respetar so pena de alguna sanción de rancio estilo novelesco “1984”. Recordé aquellos rostros de los infelices que todavía están en algunas mazmorras o submundos de la democracia, de personas que nunca más vivieron la libertad o el pleno desarrollo de sus aptitudes para el mejoramiento humano de sus vidas.

            Repiquetea en la prensa canalla, la pregunta ideologizada y harto politizada: ¿Dónde está Santiago Maldonado? Un taxista formoseño, tierra acaudillada desde hace décadas por el delincuente Gildo Insfrán, me lo tildó de “hippie vago, mugriento”. No solamente tenía razón, sino que hasta el chofer, de casi mi misma edad, sabía que lo de este Maldonado era –es- parte de una cuestión con tufillo político local e internacional.

            Aceptando que, al fin y al cabo, el tal Santiago Maldonado, que andaba enredado en reclamos subversivos con “mapuches”, se encuentre desaparecido, oculto, con otra identidad y gozando de una vida de placer o, pensemos mal, sirviendo a los intereses financieros de la inglesa ciudad de Bristol, el hecho no deja de ser una tragedia.

            Universalicemos el ejemplo del alta y dudosamente publicitado Maldonado. ¿Qué hay, entonces, de las personas que figuran en esos papeles con membrete del Ministerio de Seguridad de la Nación pegados en el aeropuerto de Formosa? ¿Valen más o menos que Santiago Maldonado? ¿Merecen más o menos segundos y minutos de publicidad que los dispensados a quien protestaba junto a unos “mapuches” de habla hispana para escindir territorio argentino?

            Un eslogan de muy pobre pensamiento, empieza a corroer los medios de comunicación, y que dicen algo así como que “Macri está haciendo desaparecer a personas como en la dictadura”. Muy bien, hay allí un meta mensaje: que un gobierno surgido de la democracia sea comparado con el de un proceso militar de facto por hacer desaparecer humanos, lo que no sería tan descabellado imaginar. Y le sumaría una pregunta retórica, ¡ya que estamos!: ¿Y si todos los gobiernos de la democracia surgida en 1983 tienen sus propios desaparecidos?

            Al pensar en este último interrogante, traté de encuadrar lo mejor que pude mi celular para, casi en el acto, el obturador de la lente logre acaparar la mayor cantidad de imágenes posibles. Y los datos que acompañan a las fotos de los desgraciados me asombran, al tiempo que avalan lo que me cuestiono en la pregunta retórica. Veamos.

               Dice en uno de esos carteles de mejor visibilidad “BUSCAMOS A Ariel Eduardo FRUTOS”, el cual desapareció en la localidad de Ezeiza, Provincia de Buenos Aires, el “01/03/2015”. Me pregunté que quién gobernaba en marzo de 2015. Respuesta: Cristina Fernández Elizabeth Wilhelm de Kirchner. Ese Frutos es un desaparecido del gobierno democrático kirchnerista, ¿no es cierto? Sigamos con otro.

              En el extremo superior, figura el cartel, en blanco y negro, de la ciudadana desaparecida “ANELEY KAREN GIMENEZ”. Fecha de desaparición: 27 de octubre de 2012. Vuelvo a molestar la frágil memoria colectiva: ¿Quién gobernaba en octubre de 2012? La supuesta abogada Cristina Fernández de Kirchner. Continuemos.

            El 24 de septiembre de 2015, bajo el gobierno de Cristina Kirchner, desaparecieron dos criaturas, “Malena y Valentina JUNCOS MALLEA” de 6 y 8 años, respectivamente. ¿Nadie salió a protestar, con carteles y alboroto, por la desaparición de las niñas Juncos Mallea? Hasta el delincuente Carlos Saúl Menem tiene su desaparecido en el encuadre de la imagen capturada, cuando aparece un joven melenudo de nombre “Mariano Damián ARIAS” que fue visto por última vez en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora en 1997, cuando contaba 18 años de edad (ahora, dice el cartel, tendría 38).

            Pregunto, ya para finalizar, ¿dónde están todos ellos, desaparecidos bajo gobiernos de la democracia?



Por Gabriel O. Turone