jueves, 27 de marzo de 2025

EL APRA, EL NARCOTRAFICO Y EL IMPERIALISMO NORTEAMERICANO



De primeras aparentes buenas intenciones, la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) fundada por Víctor Raúl Haya de la Torre, primero en México en mayo de 1924, y más tarde, en septiembre de 1930, en Perú, sin embargo tuvo groseros desvíos al finalizar la Segunda Guerra Mundial y, ya de modo decadente, con el suicidio por corrupto de uno de sus hijos dilectos, el ex presidente Alan García, en 2019. Nos referiremos a los años de la segunda mitad de la década de 1940.

Decía el nacionalista peronista, y ex partidario de la APRA, don Alberto Daniel Faleroni, que la primera gran avanzada que existió contra el gobierno surgido en nuestro país el 4 de junio de 1943, y tonificado, más tarde, el 17 de octubre de 1945, es decir, el peronismo, tuvo como primera manifestación continental la organización de la llamada Junta Americana para la Defensa de la Democracia (JAD), que tenía su epicentro en Santiago de Chile. Pero como esta entidad era de carácter expansionista, sus estamentos lo conformaban dirigentes políticos de todo el espectro ideológico de las izquierdas y las derechas.

En Chile, para el caso, eran miembros de la JAD Eduardo Frei padre -católico- y el luego presidente marxista Salvador Allende Gossens. En suelo argentino, adscribía el socialista Alfredo L. Palacios, en Venezuela estaba Rómulo Betancourt, quien hizo buenas migas con el neoliberal Ronald Reagan sobre el crepúsculo de sus años, y la lista continúa con varios representantes más. El eje sobre el cual giraba la actuación de la JAD era el combate total y solapado contra el gobierno justicialista de Juan Perón, verdadero nacionalismo que había tenido un gran impacto al establecer los principios de la <<Tercera Posición>> ideológica, traducida en: ni yanquis ni marxistas. 

Financiados por Wall Street y los negocios turbios que acompañan a la dictadura internacional del dinero, la JAD captó a antiguos líderes del proclamado antiimperialismo, como Víctor Haya de la Torre, quien, hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial (1945) sostuvo una organización política que había visto la luz en tiempos de los famosos movimientos de liberación nacional. 

Aunque la APRA de De la Torre tenía entre sus filas gente proveniente -no toda- de la izquierda marxista moderada, lo cierto es que ni bien cae Berlín corre su fundador a ponerse, solícito, bajo las órdenes del imperialismo norteamericano. Dice Faleroni: 

📝 “Haya de la Torre que escribió sus mejores obras contra la dominación yanqui, que soportó largos destierros y amargas persecuciones -de todo resulté testigo porque fui uno de sus cercanos colaboradores hasta que se “marxistizó”, así como lo fui del general Sandino y de Pedro Albizú Campos-, un buen día se fue a EE.UU., comió con Mr. Braden y… comenzó a fraguar revoluciones, motines y conspiraciones, con vistas -después de 1945- a producir una nueva situación política continental, que eclipsara a Perón y al justicialismo. Así fue como Haya de la Torre se pasó al bando contrario.” 

De lo antedicho, adjuntamos una nota del 10 de julio de 1945 del periódico argentino “Noticias Gráficas” donde arrecian las críticas al APRA, en el sentido de que la fuerza política de Haya de la Torre “había olvidado su lucha antiimperialista, sobre todo contra la política de Estados Unidos”, pues, “El señor de la Torre señaló que ha sido ese país el que modificó su política desde el advenimiento del presidente Roosevelt”. El elogio se lo dispensaba el dirigente peruano a Franklin D. Roosevelt, masón y presidente de los EE.UU. a la vez que uno de los arquitectos del Nuevo Orden Mundial surgido tras la Conferencia de Yalta (febrero de 1945). 

Después, el desvarío y las traiciones de Víctor Haya de la Torre tomaron caminos siniestros, dado que hacia fines de los años 40 del siglo XX tuvo por aliado y amigo a un narcotraficante llamado Eduardo Balarezo, de quien adjuntamos otra nota periodística en la que se lo nombra como hombre de negocios en suelo norteamericano. ¿Y quién era este Balarezo? Fue un contrabandista de cocaína que financió, por entonces, a Haya de la Torre en su aventura golpista del 3 de octubre de 1948, cuando incitó una acción política subversiva en el puerto de El Callao, Perú, para que luego, en 1950, todo concluyera con el general Manuel Odría, anterior aliado de la APRA, persiguiendo a sus integrantes y quedándose en el gobierno por largos años. 

Como se añade en la nota del 20 de agosto de 1949, Balarezo, el narcotraficante amigo de Haya de la Torre se financiaba con dólares estadunidenses a través del envío de paquetes que eran enviados hacia los EE.UU. desde Perú, y por el cual Balarezo recibía “mil dólares” por cada uno de ellos. Así, esgrime la nota del diario “Noticias Gráficas”, 

📰 “Balarezo, su esposa y tres niños se embarcaron en un barco de guerra peruano en El Callao, con la ayuda de un amigo, Víctor Haya de la Torre, jefe del partido aprista. Balarezo, que llevaba consigo 60 mil dólares en efectivo, se arregló para introducir en el barco gran cantidad de municiones para uso de los revolucionarios apristas. Estos hicieron estallar el movimiento en el pasado mes de octubre, pero fueron aplastados inmediatamente. Balarezo huyó en avión a Estados Unidos, y Haya de la Torre se asiló en la embajada de Colombia en Lima, donde aún se encuentra.” 



De haberse formado un gobierno solamente con elementos de la APRA, el narcotraficante Balarezo hubiese sido investido con el cargo de "jefe de Aduanas".

Punto y aparte.

 

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MOV. CIVICO PARA LA CULTURA NACIONAL

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