El 7 de junio de
2016 vio el ocaso el sociólogo Torcuato Salvador Francisco Nicolás Di Tella,
hijo de Torcuato Di Tella, fundador de una de las industrias más importantes
durante buena parte del siglo XX que hubo en nuestro país, dedicada a
artefactos tales como heladeras, automóviles, ventiladores, etc.
Como
los hijos del fundador de semejante emporio tenían la libertad, y el dinero,
para jugar a ser “de izquierda”, el 22 de julio de 1958, en pleno gobierno de
Arturo Frondizi, tanto Guido Di Tella (futuro nefasto canciller de Menem) como
Torcuato Salvador Di Tella dieron origen a la Fundación Di Tella. Ésta fue más
conocida como Instituto Di Tella, el cual cerraría sus puertas en abril de
1970. Dice el diario “La Nación”, que desde la Fundación se daba “la alianza entre la izquierda
revolucionaria y el liberalismo democrático”[1],
lo que para nosotros constituye un ejemplo claro de sinarquía, tomado este último concepto de esclarecidos como el
Padre Julio Menvielle, el profesor Carlos Disandro o Juan Perón.
El
recientemente difunto Torcuato Di Tella fue, por su condición de niño bien, una persona que más allá de
cualquier disloque o vileza semántica no ha merecido la condena de otros que
han incurrido, desde otro aspecto ideológico, en las mismas bajezas. Así,
Torcuato Di Tella no fue reprendido cuando expresó en un reportaje que ese
mismo periódico La Nación le hizo el jueves 27 de mayo de 2004, cuando, siendo
Secretario de Cultura de la Nación del kirchnerismo, dijo lo que sigue:
“La verdad dentro de todos los problemas
por los que atraviesa el país, la Cultura, con C mayúscula, no tiene prioridad.
No tiene prioridad para el Gobierno (de Néstor Kirchner) y tampoco la tiene
para mí. Con respecto a otros temas, la cultura es el gallinero de una casa que
se quema.”
El
infeliz Torcuato Di Tella, siguió maldiciendo en esa misma entrevista: “Creo que el Presidente (Kirchner) tiene
otras prioridades. Por eso, en un gobierno con tantos temas por solucionar, el
país se convierte en una casa que se quema y la cultura es el gallinero del
fondo”.
Este
hombre blasfemo, a su muerte, fue saludado por esa caverna masónica-urquicista
llamada Club del Progreso, la Universidad de Bologna (Italia), la Fundación
Konex, el Ministerio de Cultura de la Nación y la Universidad Nacional de Río
Negro, entre otros. No dejaron sus saludos los ciudadanos de a pie, o sea, el
pueblo llano.
Pero
cabe preguntarse, ¿fue un digno representante de nuestra cultura Torcuato Di
Tella? ¿Acaso no ha sido uno de los máximos responsables de la decadencia
cultural que sobrevino en la mentada “Década Ganada” cuando él, precisamente,
fue el primer Secretario de Cultura de Kirchner y dijo lo que dijo sobre la
cultura? Para colmo, Torcuato Di Tella fue premiado años más tarde, ya por la
presidente Cristina Fernández Wilhelm de Kirchner, con el cargo de Embajador
argentino en Italia (2011/12).
Así
y todo, en el obituario dispensado a Di Tella por el Ministerio de Cultura de
Macri se lo trata como a “uno de los más
lúcidos intelectuales argentinos”. Al mismo que dijo que no le interesaba
la cultura. Huelgan palabras.
ORIGENES
ANTIPERONISTAS
En otra nota que está girando por Internet, se
proclama a Torcuato Di Tella como “peronista
de izquierda”.[2]
Estaría bueno saber qué es, o qué fue, un “peronista
de izquierda”. Porque los hermanos Di Tella (Guido y Torcuato) tuvieron
orígenes político-ideológicos ajenos al peronismo, por lo que, bien podemos
inferir entonces, se han infiltrado en él.
Guido
José Mario Di Tella, ex canciller de Carlos Saúl Menem, y, por ende, principal
figura junto al masón Carlos Escudé de la política de las “relaciones carnales”
con los Estados Unidos, fue un furibundo antiperonista que militaba en una
agrupación llamada Línea Recta, la cual operaba en la Facultad de Ingeniería de
la UBA. Y en 1954, Guido Di Tella será uno de los que va a fundar, junto a José
Alfredo Martínez de Hoz (¿les suena?) el Partido Demócrata Cristiano, que
también habría de ser visceralmente antiperonista.[3]
¿Y
Torcuato Di Tella? Como buen izquierdista adinerado, solía decir que la única
vez que trabajó fue cuando cosechó zanahorias en un kibutz de Israel, a los 24
o 25 años de edad.[4] Cuando
el Instituto o Fundación Di Tella recibían donaciones familiares para su
sostenimiento, Torcuato afirmaba: “Es
una forma de acelerar el socialismo, que tarde o temprano nos quitará todo”.
¿Esto era o es un “peronista de
izquierda”? Ah, al frente del Instituto Di Tella, verdadero sitial de las
modas y la subcultura mundialista, se encontraba Guido Di Tella.
Rebobinemos
y analicemos, entonces. ¿Por qué si como propulsores de una tendencia
subversiva cultural los hermanos Di Tella no figuran hoy como
muertos-desaparecidos del ilegal Proceso de Reorganización Nacional de 1976?
Porque José Alfredo Martínez de Hoz, militante como Guido Di Tella de las
épocas en que se fundaba el Partido Demócrata Cristiano, gestionó para que
tanto Guido como Torcuato sean tratados con guante de seda en el único día en
que ambos estuvieron “detenidos” en el buque de Guerra “33 Orientales”. ¡Un
día! Luego fueron liberados y dejados en paz.
Pero
además, no solamente por sus orígenes político-ideológicos manifestamos que los
Di Tella han sido antiperonistas, sino también porque, al menos Torcuato Di
Tella, ha desechado el progreso infinito que la cultura puede brindarle a una
nación.
Para
Juan Perón, creador de Doctrina Nacional, “la
cultura es determinante de la felicidad de los pueblos, porque por cultura debe
entenderse no sólo preparación moral y arma de combate para sostener la
posición de cada hombre en la lucha cotidiana, sino instrumento indispensable para
que la vida política se desarrolle con tolerancia, honestidad y comprensión”.[5]
Por
lo anterior, es que me he quedado corto al endilgarle solamente la condición de
inculto a Torcuato Di Tella, para quien si la cultura poco o nada interesaba,
entonces quien esto suscribe no tendrá empacho en agregar que él fue un
Inculto, un Infeliz, un Amoral, un Intolerante, un Deshonesto y un
Incomprensivo, así, con mayúsculas.
[1] “El Di Tella y la insolencia creativa”, por Nicolás
Cassese, diario La Nación, sábado 17 de mayo de 2008.
[2] “1929-2016. Torcuato Di Tella, heredero de un imperio
y peronista de izquierda”, de Nicolás Cassese, diario La Nación, miércoles 8 de
junio de 2016.
[3] El Partido Demócrata Cristiano (PDC) se fundó el 9 de
julio de 1954. Otro de los participantes en la fundación fue el ex funcionario
menemista Alieto Guadagni.
[4] “1929-2016. Torcuato Di Tella, heredero de un
imperio…”, op. cit. Dice así el párrafo aludido: “Como experiencia sociológica, Torcuato cosechó zanahorias en un kibutz
de Israel. “La única vez que trabajé”, solía bromear. Duró poco. Desatendiendo los consejos familiares,
Torcuato siguió a su novia a la India y se casaron en 1954, sin ningún Di Tella
entre los invitados (…)”.
[5] “Manual del Peronista”, Partido Peronista, Consejo
Superior Ejecutivo, Buenos Aires, 1948, páginas 75 y 76.
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